-carballedas: Galicia y región cantábrica.En su mayor parte son sustituidas por repoblaciones de
pino e eucalipto. -bosques de melojo, rebollo y quejigo 2.- Región mediterránea :
Encinar.
Alcornocal : en las regiones mas húmedas.
3.- Región subtropical : en las Islas Canarias la forma vegetal es la lauisilva.
Hayedos
Drago
VEGETACIÓN DE MONTAÑA Y DE RIBERA
1.-Montaña : coníferas , abeto y pino.
2.- Ribera : Alisos, Sauces, Chopos, Fresnos y Olmos.
Abetos
Sauce
TRANSFORMACIÓN DE LOS PAISAJES NATURALES
Muchos bosques han sido sustituidos por matorrales ( landas, maquis y garriga ) y formaciones herbáceas.
Hace apenas unas semanas se cumplía un
año de la erupción submarina en la isla de El Hierro. Por este
motivo, entre el 10 y el 15 de octubre se celebró un congreso
internacional que reunió a más de 150 científicos de 20 países
para analizar qué había pasado y cómo seguía la situación.
Durante la primera jornada, se
analizaron otros casos de islas oceánicas. Fue de especial interés
la conferencia de Páll Einarsson, de la Universidad de
Islandia, que habló sobre los volcanes de la isla (Eyjafjallajökull,
Katla, etc.). A pesar de tener una génesis diferente a los de Canarias, muchos son submarinos en sus primeras
etapas. Por tanto, conocer cómo se comportan puede
ayudar a interpretar cómo se comportará el volcán de El Hierro en
el futuro, si es que lo tiene. También fue interesante la charla de
Giovanni Chiodini, del Instituto Nacional de Geofísica y
Vulcanología de Nápoles, sobre los posibles signos de actividad de
la caldera de Campi Flegrei, que abarca toda la ciudad italiana y
alrededores, incluso el Vesuvio.
El segundo día estuvo dedicado a los
nuevos estudios que se han realizado sobre la erupción de El Hierro. Mª José Blanco, como representante del Instituto
Geográfico Nacional, el organismo responsable de la vigilancia
sísmica, habló sobre la monitorización que se llevó a cabo
durante toda la crisis de El Hierro. Araceli García, del Instituto
Andaluz de Geofísica, y Takeshi Sagiya, de la Universidad de Nagoya,
en Japón, presentaron trabajos sobre tomografía sísmica y
deformación, respectivamente. La tomografía sísmica es una
herramienta muy potente para conocer en profundidad la estructura del
volcán y su dinámica eruptiva. Lo más destacable de ambos estudios
es la increíble correlación que había entre ellos y que sin duda
serán clave para futuras erupciones.
A
continuación, Domingo
Gimeno, de la Universidad de Barcelona, y Alessio Di Roberto, del
Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Pisa, hablaron
sobre el análisis que han realizado a las popularmente conocidas
restingolitas, las piedras de los restos de lava y cenizas del
volcán, aunque aún no ha sido posible establecer un consenso sobre
su origen. Un papel destacado tuvo el grupo del Instituto de Energías
Renovables de Tenerife, organizador del congreso y liderado por
Nemesio Pérez. Investigadores como Pedro A. Hernández, Dacil
Nolasco, Eleazar Padrón, entre otros, hablaron sobre la importancia
de la medición de gases en el proceso volcánico del El Hierro, ya
que algunos de ellos indican la existencia de magma en la superficie, y
así lo corroboraron hace un año, cuando
observaron cantidades máximas previas a la erupción.
En el último día se trataron temas
sobre la mitigación y la gestión del riesgo volcánico. Hubo
conferencias del Plan Especial de Protección Civil y Atención de
Emergencias por Riesgo Volcánico en la Comunidad Autónoma de
Canarias (PEVOLCA), de la Unidad Militar de Emergencia (UME) y del
gabinete de prensa del PEVOLCA, entre otros. Todos ellos coincidieron
en que hubo errores en la organización y en la transmisión de
información durante la crisis.
A pesar de todos los trabajos
presentados durante el congreso y todos los que aún están en
proceso, queda nuevamente de manifiesto la necesidad de conocer las
Islas Canarias, ya sea desde un punto de vista geológico, geofísico,
petrológico o de química de gases, ya que esa es la única manera
de poder llevar a cabo una buena gestión de proceso y mitigar, en la
medida de lo posible, el riesgo volcánico.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC) han utilizado tres telescopios del Observatorio Europeo Austral
(ESO), en Chile, para observar el planeta enano Makemake al cruzar por
delante de una estrella distante, bloqueando su luz. Este mundo gélido
orbita en las partes más externas del Sistema Solar y se suponía que
podría tener una atmósfera similar a la de Plutón, pero no parece ser el
caso, según informan hoy en la revista 'Nature'
El planeta enano
Makemake fue descubierto en 2005. Gira en torno al Sol en lo que se
conoce como el cinturón de Kuiper, una región de objetos helados situada
más allá de la órbita de Neptuno". "Dado que apenas conocíamos nada de
Makemake, y no esperamos que haya una misión espacial a este planeta
enano en muchas décadas, nos volcamos en buscar y observar potenciales
ocultaciones por este cuerpo", comenta José Luis Ortiz, del Instituto de
Astrofísica de Andalucía y líder del equipo autor del hallazgo.
Makemake
tiene dos tercios del tamaño de Plutón y viaja alrededor del Sol a una
órbita distante que se encuentra más allá de la de Plutón, pero más
cerca del Sol que Eris, el planeta enano más masivo conocido en el
Sistema Solar. Observaciones previas del gélido Makemake habían mostrado
que era similar a otros planetas enanos, llevando a algunos astrónomos a
esperar que su atmósfera, de haberla, fuera similar a la de Plutón. Sin
embargo, el nuevo estudio demuestra que, al igual que Eris, Makemake no
está rodeado por una atmósfera significativa. Un mundo sin lunas
El
equipo de Ortiz combinó observaciones de tres telescopios de los
observatorios de Paranal y La Silla con datos de otros telescopios más
pequeños ubicados en el sur del continente americano, observando el paso
del lejano mundo por delante de una estrella distante. "Cuando Makemake
pasó frente a la estrella, bloqueando su luz, en lugar de apagarse y
volver a brillar de forma gradual, la estrella desapareció y reapareció
de forma muy brusca. Esto significa que el pequeño paneta enano no tiene
una atmósfera significativa. Se pensaba que Makemake podría haber
desarrollado una atmósfera. Que no haya pruebas de que la tiene nos
demuestra lo mucho que aún nos queda por aprender de este misterioso
tipo de objetos. Descubrir, por primera vez, algunas de las propiedades
de Makemake es un gran paso adelante en nuestro estudio del selecto club
de los planetas enanos helados", afirma Ortiz.
El hecho de que
Makemake no tenga lunas y la gran distancia que lo separa de nosotros
hacen que sea difícil de estudiar, ya que los movimientos de los
satélites sirven a los astrónomos para deducir la masa del objeto
alrededor del cual giran. Lo poco que sabemos sobre este cuerpo es solo
una aproximación. Las nuevas observaciones también han permitido a los
astrónomos medir cuánta luz del Sol refleja la superficie de Makemake.
Su albedo, de un 0,77, es comparable con el de la nieve sucia, mayor que
el de Plutón, pero menor al de Eris.
Fue posible observar a
Makemake con tanto detalle solo porque pasaba frente a una estrella, un
evento conocido como ocultación estelar. Las ocultaciones son
especialmente inusuales en el caso de Makemake, ya que se mueve en un
área del cielo que cuenta, relativamente, con pocas estrellas. Predecir y
detectar con precisión estos excepcionales acontecimientos es
extremadamente complicado y la exitosa observación llevada a cabo por un
equipo coordinado, repartido por varios lugares del sur de América,
hace aún más valioso este logro. "Plutón, Eris y Makemake son solo unos
pocos ejemplos de los numerosos objetos helados que orbitan lejos del
Sol", advierte Ortiz.
El 28 de enero de 1986, hace hoy 25 años, a las 17:39 hora de España, 73 segundos después de despegar en la misión STS-51-L
de la NASA y a una altura de 14,6 kilómetros, el transbordador espacial
Challenger se desintegraba en medio del aire y morían sus siete
tripulantes, dando lugar a una de las imágenes más representativas del
siglo pasado.
La causa última de su desintegración fue la separación parcial del propulsor de combustible
sólido derecho, producida por una fuga de gases en ignición que
quemaron su soporte inferior debilitándolo hasta que se rompió, quedando
el propulsor medio suelto.
Esto hizo que de repente el Challenger
empezara a volar de lado, quedando expuesto a unas fuerzas de
aproximadamente 20g, muy superiores a los 5g para los que estaba
diseñado, que provocaron su destrucción.
La tripulación dirigiéndose a la nave para el lanzamientoNASA